Las organizaciones están integradas por individuos y el éxito de las mismas no radica en destellos de personalidad, más bien en un trabajo cotidiano de las personas como un todo. La operación de las organizaciones está compuesta por procesos en donde se asemejan a la maquinaria de un reloj, si uno de los engranes deja de funcionar obstruye el funcionamiento total, pero el trabajo en equipo, entendiéndolo como la suma de voluntades para lograr objetivos comunes, no nace de la nada, es necesario crear las condiciones necesarias para que este efecto sinérgico fructifique. El liderazgo del equipo debe tener la capacidad de ejercer influencia en los miembros de su equipo, a su cargo está fijar reglas, definir claramente los roles de los miembros del equipo, así como establecer incentivos y reconocimientos por los resultados conseguidos. En este curso encontrará las herramientas y estrategias que todo supervisor necesita para lograr un equipo de trabajo de alto desempeño