Lo que se hace en mantenimiento no tiene su consecuencia de manera inmediata, sino que los efectos de las acciones que se toman se revelan con seis meses o con un año de retraso. Hoy se pagan los errores de ayer, o se disfruta de los aciertos. El programa de mantenimiento preventivo debe ponerse en marcha desde el primer día que la planta entra en operación. Perder esa oportunidad significa renunciar a que la mayor parte del mantenimiento sea programado, y caer en el error (un grave error de consecuencias económicas nefastas) de que sean las averías las que dirijan la actividad del departamento de mantenimiento. En este curso los participantes realizan diversos ejercicios guiados por el instructor para que sean capaces de desarrollar e implementar en planta un programa de mantenimiento preventivo que les disminuya paros emergentes.