Cualquiera puede enojarse, eso es algo muy sencillo, pero enojarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo. Las emociones influyen en nuestra vida cotidiana de manera positiva o negativa, dependiendo de si hablamos de sentimientos malos o buenos. David Goleman, el psicólogo que en 1995 acuñó la expresión "inteligencia emocional"cree que "las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida, y de dominar los hábitos mentales que favorezcan su propia productividad". Por el contrario aquellas personas que no pueden poner cierto orden en su vida emocional libran batallas interiores que sabotean su capacidad de concentrarse en el trabajo y pensar con claridad". En este curso práctico aprenderá técnicas para el manejo de las emociones que le ayudarán a crear un entorno organizacional saludable.