Los dos pilares del trabajo son la técnica y la ética. Mediante la primera, el ser humano domina su profesión, y con la segunda, alcanza la excelencia. Con la técnica logrará ser exitoso, pero sin la segunda difícilmente logre ser un profesional respetado. Todo trabajo que se realiza, además de servir para ganarse la vida, también tiene que tener una vocación de servicio. En este punto la ética es fundamental: no hay verdadera excelencia profesional en alguien carente de virtudes morales. Los valores y la ética son importantes en el lugar de trabajo, cualquiera que sea la tarea que uno desempeñe. En muchas empresas, no importa lo bien que un empleado trabaje, si carece de valores éticos, no es confiable. La mayoría de los empleadores buscan un trabajador que tenga las siguientes cualidades: honestidad, responsabilidad, conducta, puntualidad, colaboración, discreción, entre otros. Este curso se imparte por especialistas en el tema.