Un plan de control de calidad ofrece un método para asegurar que los productos, servicios o empleados han llegado a un nivel específico. El control de calidad suele ser el último paso que un producto atraviesa antes de ser enviado al cliente y consiste en una serie de sistemas y procedimientos para asegurar que el más alto grado de calidad se ha cumplido. El control de calidad está en el lugar para asegurarse de que el cliente esté satisfecho con el producto final y la reputación de una empresa se mantiene intacta. También determina la fuente principal de los problemas y ayuda a fijar y garantizar que las correcciones son permanentes. Evalua cómo vas a probar la calidad. Ten en cuenta factores tales como la frecuencia con la que vas a probar, donde a lo largo del proceso de montaje se va a probar, cuánto tiempo tomará el proceso y los recursos necesarios. Las principales fases o puntos de control de la creación de un producto deben examinarse antes de seguir adelante.